SEÑORA DE MI MISMA

No quiero que la casa me gobierne, si gobernar mi casa.
No quiero la eficiencia del detergente, sí burbujas de colores.
No quiero pisos brillantes, sí una piel reluciente.
No quiero porcelanas y marfiles, sí caricias suaves.
No quiero lujos orientales, sí mil y una noches.
No quiero cuadros valiosos, sí encuadres en mi alma.
No quiero cocinas funcionales, sí condimentados poros.
No quiero un dormitorio Luis XV, sí auténtica cama de esponsales.
No quiero muebles de categoría, sí creatividad y sabiduría.
No quiero plantas artificiales, sí flores cada día.
No quiero sábanas bordadas, si apasionadamente labradas.
No quiero chinelas al pie de mi cama, sí píes descalzos en la alborada.
No quiero ratones de entrecasa, sí seguridad de desnudez.
No quiero ruleros al acostarme, sí ensortijados sueños.
No quiero cremas rejuvenecedoras, sí arrugas de emociones.
No quiero sexo por compromiso, sí sensuales motivaciones.
No quiero várices serpenteadas, sí arterías aceleradas.
No quiero fríos besos, sí labios incitantes.
No quiero vajilla de categoría, sí tazones ordinarios.
No quiero alfombras espectaculares, sí escenas de ocasos.
No quiero cortinas aisladoras, sí transparencia en mis ventanas.
No quiero pájaros enjaulados, sí hijos en libertad.
No quiero la fidelidad de un perro, sí la intuición de un hombre.
No quiero joyas valiosas, sí indestructibles alianzas.
No quiero baño de visitas, sí la intimidad de un baño.
No quiero místicas religiones, sí adoraciones.
No quiero tacos altos, sí elevaciones.
No quiero máscaras en las paredes, sí mis diferentes roles.
No quiero palabras ocultantes, sí diálogos refrescantes.
No quiero ser “ señora de”, sí ser “ señora”.
“Señora de mi misma”. Ser mujer.
                                                                                                                                               
                                                                                                                      Martha Wolff.

1 Responses to SEÑORA DE MI MISMA

  1. gagy dice:

    Hermosas «máximas» ha escrito Martha Wolff . Pero, … ¿no estaremos exigiendo mucho?, ¿no estaremos pidiendo y soñando con los ojos abiertos?
    ¿Por que no compartir?, quizas dar …
    tal vez nos sientamos distinto si además damos algo de todo lo que añoramos. Quizas damos menos …, pero suficiente para que el otro tambien se sienta pleno …
    Tal vez nuestro hombre espera cosas «distintas» de nosotras, tal vez fantasemos juntos y logremos lo «máximo» …
    Quizas descubramos cosas nuevos y hasta sentimientos que jamas hemos experimentado.
    Simplemente permitamosnos ser distintas, descubrirnos, potenciarnos, encontrar una versión mejorada en cada una de nosotras …
    y gracias, sí! gracias por ayudarnos a pensar y sobre todo a sentir ….
    Un beso
    GAGY

Deja un comentario